Faltando menos de una semana para el lanzamiento de Windows 8, hemos instalado la Beta oficial para comprobar que nuestro Fortune4 funcione correctamente y para comenzar a descubrir sus novedades.
En primer lugar cabe destacar el cambio de estrategia de Microsoft respecto a los componentes hardware, poniendo a la venta su tablet Surface de la mano de la nueva versión de Windows 8. Entendiendo esta nueva filosofía, que pretende que sus dispositivos guarden una misma experiencia de uso, sea Pc de sobremesa, teléfono móvil, tablet y también Xbox, entenderemos su nuevo Windows y la nueva interfaz Metro.
Primer encuentro con Metro.
En la instalación del sistema nos damos cuenta del cambio de filosofía del que hablamos cuando nos pide un correo electrónico de Microsoft, (Al modo de Android o IOS), que servirá de piedra angular para todos los servicios “en nube” que los de Redmond nos ofrecen (Skydrive, Contactos, correo, calendario o su espéradísimo Xbox Music).
Una vez sincronizada la cuenta nos encontramos de frente con la nueva interfaz. Metro consiste en una lanzadera de aplicaciones a través de unos botones muy bonitos y visuales (tiles) que básicamente están diseñados para manejar con los dedos.
Localizamos la Tienda desde donde podremos descargar nuevas apps, algunas gratuitas, otras de pago, tal y como nos tienen acostumbrados los smartphones y tablets.
A partir de aquí comenzamos a buscar el modo de acceder al menú de todos los programas, a la configuración etc. Disponemos de una barra lateral que aparece cuando nos acercamos a las esquinas, una pantalla con acceso a los programas instalados y alguna opción más. Algunas intuitivas, otras no tanto. Mi tile favorito es el que nos lleva a … el escritorio de toda la vida!
El escritorio de toda la vida
Uno de los tiles nos da acceso al escritorio tipo Windows 7 que conocemos perfectamente. En un par de clics tenemos sacados los accesos al equipo, entorno de red, carpeta de documentos, lo de siempre … lo de siempre, menos el botón de inicio, que de forma un tanto inexplicable han eliminado. Por lo demás, la experiencia de uso es similar a lo que Microsoft nos tiene acostumbrados.
Si no nos gusta Metro, no es difícil encontrar metodos para iniciar Windows 8 obviando la interfaz, incluso para sacar el menú de inicio con un par de “toques” de registro.
Instalando programas
Probamos a instalar en primer lugar nuestro Fortune4 para ver lo bien que luce en el nuevo sistema. Todo funciona perfectamente. Cuando instalas un nuevo programa te permite anclar también un acceso en la interfaz de Metro, aunque si lo ejecutamos nos llevará a la “sesión” de escritorio.
Para que la aplicación corra de forma nativa en Metro debe ser compatible con Windows RT, la versión paralela a Windows 8 preparada tablets y móviles y ser descargada de la store de Microsoft.
Corazón de Windows
Por lo demás, tras una breve toma de contacto y quitando Metro, Windows 8 se parece mucho a Windows 7. El tipo de seguridad de las redes (que distinguía entre redes públicas, de trabajo y privadas) , los permisos, configuración y demás continúan la línea del último Windows, cosa de la cual me alegro, por que espero que evite problemas de convivencia en redes con ordenadores con W7 o Vista.
También encontraremos el mismo Administrador de dispositivos, panel de control, herramientas administrativas, configuración de usuarios y Spool habituales.
Conclusiones
Tras unos días usando Windows 8, personalmente pienso que Metro y sus aplicaciones, pese a ser bonitas no son muy usables para trabajar con ratón. Por otra parte, la tienda de aplicaciones aún está en pañales, y … se me colgó dos veces el equipo trabajando con Metro (recordemos que estoy probando una beta y no una versión final, en un Dual-core con algunos años)
Metro aparte, Windows 8 parece que es rápido, bastante fiable y evoluciona de forma lógica los aciertos que conocimos en Windows 7. Ahora solo el tiempo nos dirá si la baza de Microsoft es la adecuada, y si han aprendido algo de los errores del pasado.